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Repitiendo

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Un espejo que se muerde la cola, una serpiente con escamas refractantes. Y cada escama es un fragmento, un dolor, una muerte, un amor, un verano. Para hablar no hay que saber, hay que decir. Total, no hay ninguna verdad al final del arcoíris, nada que se nombra puede tocarse, puede doblarse, desarmarse o rearmarse, pero no está allí, ni siquiera es aire, si no estoy, lo que se nombra no es nombrable. Entre los fragmentos, y la lumina ilusión veo en cada grieta un mar interno agitado, como un mar de sudestada, álgido, fuerte, ruidoso, moviente. Aunque a veces, la creencia absorbe a la sorpresa y el sentido se adueña del sentir. Cada refracción es un disfraz, una excusa, una mentirosa verdad, una pequeña muralla donde rebota cada palabra, cada mirada. Rompo mi piel y la abandono cada tanto, me llama un aroma, el tacto de otra piel, me hacen desprender de esa cáscara radiante los abrazos, las angustias, los besos suaves, las caricias. Me escapo sin miedo, abandono la cáscara por algo nuev...

Móvilmente

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Mi cabeza está en pedazos, no es una, no está adentro ni por fuera, tengo pensamientos fugaces y repetitivos, las ideas están dispersas, las encuentro en un cajón,  en los ojos de mi amor, en la sonrisa de las niñas, en las orejas del perro, en mi pijama, en el pasto que piso cuando cruzo el patio, y también, están en las almendras que el viento dejó caer del árbol. No hay un punto fijo, no hay un camino, todo se relaciona con todo y se diferencia, nada me abstrae porque estoy realmente abstraído, lo Real es mi piel, mi catarro, la humedad en mis medias, mis anhelos y las nostalgias. Mi mente está desparramada y también es mi cuerpo. Es una esquizofrenia exquisita, exigente, profunda, y renaciente. Me enojan las ideas, los políticos, algunos vecinos y mi espejo. Levanto pedazos de poesía de la alfombra y encuentro las palabras en los estantes vacíos de mi biblioteca. Cuando camino por la terraza que no tengo, y vuelvo sobre una cáscara de mandarina, el aire me inspira aunque esté...

Cada vez

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Si te pararas, cada vez, y cada vez sin censura dijeras, cada vez no, que no hay nada que ejerza un poder en ti más que el mismo impulso que late dentro tuyo. Si cada vez las palabras salieran expulsadas, cada vez, diciendo la verdad que hay en ti, y cada vez, sin dejarte arrasar por el silencio, cada vez, tu voz se escuche cada vez. Nada hay de silencio en ti, cada vez que hay música hay silencio, cada vez que hay palabras hay silencio, cada vez entre las notas, entre las letras hay silencio, no hay silencio en ti, cada vez que respiras, cada vez hay algo, cada vez que estás ahí existiendo, cada vez que los sueños nacen, cada vez hacés. Nada de silencio hay en ti, cada vez hay algo, hay movimiento, cada vez late, cada vez la intensidad se muestra. Nada de silencio puede estar dentro de tu cuerpo, cada vez hay sangre, hay músculos, hay algo cada vez. Si cada vez dejáramos salir, cada vez sería un encuentro, cada vez es un encuentro. eNeCe – 21/11/2019

Tejiendo la memoria

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El agenciamiento de los recuerdos. Sigmund Freud , Gilles Deleuze  y Paul Auster Por Nicolás Castelli ¿Qué es la  memoria?, una aleación forjada en un devenir. El tiempo, como el viento que mueve los médanos, un cúmulo de multiplicidades que en una alianza forma uniones . El mar, la sudestada, la espuma, la arena que pica en las piernas, una gaviota, una madre diciendo: ¡Cuidado!, un espigón derrumbándose, frio, un cable colgando en la calle que desemboca en la playa. Agenciar (Gilles Deleuze) es engendrar enunciados, con trozos diferentes, heterogéneos, de una misma máquina. La casa del padre de Auster, la muerte, un hijo y un padre, un padre y un hijo, un retrato, una ausencia. Auster está en esa multiplicidad forjada por hechos y escribe, escribe un libro, el libro lo escribe, recuerda para escribir y escribir engendra recuerdos. Enunciado tras enunciado, no son las palabras en sí, no el significante, mucho menos el significado, es lo que engendran, esa aleación,...

Enlace II

  Rizoma de Deleuze y Guattari un libro de intensidades, una convocatoria: hacer lo múltiple. La acción escribe mapas como redes. Dejo el link de descarga del libro: https://www.perio.unlp.edu.ar/catedras/system/files/paginas_desdedeleuze_gilles_y_guattari_-_mil_mesetas_capitalismo_y_esquizofrenia.pdf Y un interesante enlace de Esther Diaz que aborda el Rizoma y su articulación tomando a Néstor Perlongher : https://www.estherdiaz.com.ar/textos/rizoma.htm . Un 2×1!

Elogio de la infancia II

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Como una flor que crece, de un tallo subterráneo que se bifurca, se ramifica, trasciende la tierra, se expande, crea sus hojas, sus pétalos, su polen, crece más allá de si, su polen se va con la abeja, con la mariposa, con el viento. La flor que crece trasciende la tierra; no sin la tierra, sin el agua, sin sol; pero no es tierra, ni agua, ni sol. Crece y se crea, se hace a sí misma, se expande hacia el infinito. No hay un inicio, no hay un final. La tierra, el agua, el sol, no la determinan, están en el mismo movimiento, cuando la flor crece crean. No hay dos flores iguales, no hay dos hojas, dos pétalos iguales. No hay “La flor”, no hay copias, ni copias ni ideas supremas de flor. La flor engendra, se autoengendra y es engendrada. No hay determinismo, no hay estructuras que la abarquen. Parte de lo múltiple, lo múltiple de la tierra, del agua, del sol, lo múltiple de la semilla, de la raíz, de la flor. Al crecer traza un mapa de sí, lo recorre hasta marchitarse y luego de marchit...

Enlace 1

Tomás Abraham nos convoca a pensar, pensar es andar sin ataduras, lo instituido corrompe el pensar, lo atrofia. Desde el sectarismo, el politicismo y todos los "ismos" posibles el pensar está obturado por mitos creados por iluminados. Una propuesta que nos hace pensar en que desconfiar de los lugares propuestos como irrefutables, como necesario, relevantes, es acercarse a pensar. https://www.clarin.com/filosofia/thomas-abraham-lechuza-caracol_0_SJEFQwN2DQl.html

Elogio de la infancia

En tiempos de juventud, en pleno apogeo de las formas que moldean cuerpos, en la época de la idolatría del joven y sobre todo del joven de antes, de la "juventud maravillosa", de la "juventud rebelde", re-velada, en tiempos desafiantes donde urge la necesidad de mantenerse joven, pujante, realizador, dominante, irrespetuoso, osado, impetuoso, despampanante, erótico, políticamente activo, vigoroso, idealista al extremo de las causas por las causas mismas. En tiempos donde el tiempo es el presente por el presente, donde el pasado es viejo, donde los estandartes llevan colores y los colores son colores sexuales y no cuerpos sexuados, donde el sexo es una ideología, donde todo se impone y no se construye, se usurpa, se toma, se expropia, se hurta. Estamos inflados del colágeno juvenil que infla hasta los pelos, los pitos, las tetas, los labios, los párpados, las axilas; la estética quirúrgica como una industria gigantesca de los cuerpos jóvenes, la indumenta...

Palabras

Eterna infancia

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eNeCe

Crear un mundo

Se conmueve el tiempo, extirpan el dolor tus manos suaves. Se rompen las cadenas de las tristes soledades. Te veo aquí, quiero convertir el instante en eterno, estirar el tiempo, construir un mundo, andan por los laberintos de tu mano. Hacer un camino, ir por los bordes, las orillas. No me asustan los precipicios, ni los océanos, ni las serpientes, menos aún las manzanas. Vivir el amor, apostar al pleno más incierto. No dudo, porque sé. Acariciarnos, para perdernos, para encontrarnos entre puntos y comas, entre palabras que no rozan siquiera el amor e intentan decirlo. No hay como nombrarlo, basta con sentirlo, basta con andarlo. Crear un mundo, que no sea un mundo ordinario, que no sea un mundo de cartón, ni de plástico, que sea vivo; que sea de robles, de flores, de montañas, de lunas, de mares; que sea un mundo con alma, con canciones, con poesía. Que haya tormentas, siempre hay tormentas amor. Que nos encuentren abrazados, mojados, que nos tiemble el alma y aunque no pare de llove...

Nada ocultan

Nada ocultan tus ojos... Todo está allí, tu alma, tu sexo, tu ternura, las caricias, las tristezas. El hondo reflejo en el que naufrago, el modo en que el alma tiembla al permanecer en ese espejo inquieto entre tus párpados. Nada ocultan tus ojos... el enigma está en el modo en que me ves, en el modo en que nos vemos. Nada ocultan tus ojos... dejan entrar el viento las ventanas, salen a sentir las almas en el cuerpo, a impregnarse en la piel, a enredarse entre los besos, entre los dedos, entre nosotros. eNeCe 16-02-17

En el aire

Tu sublime mirada de piel conmovida, el húmedo y cálido aire entre nuestra piel, el tiempo lento sin ansias dejándonos sentir la intensidad en el aire, en nuestros cuerpos. Dos almas que se enredan, que tiemblan justo antes de tocarse. Dos cuerpos que respiran a segundos de devorarse. Nos demoramos en el roce lento, nos detenemos al calor de nuestro aliento, nos cautivamos embriagados del ritmo de nuestros leves suspiros. eNeCe 4/3/17

Escrivivir

Mientras no duerma, mientras dure la vida. Puede quemarse el mundo y estaré aquí para escrivivir, para desangrarme, para encontrarme, decirme, perderme. Todas las horas son de las letras, son de la poesía, son mías. Las hojas del sauce, las arenas, las olas, las mareas y los vientos. Escrivivir hasta que todo arda, hasta que se extingan las palabras, que se repitan, que se retuerzan, qué importa, qué importa lo que digan. Escrivivir hasta llorar, hasta reír, hasta el dolor, hasta deshidratarse, hasta morirse. Hasta que el fondo blancopapel sea solo margen y luego escribir el margen, agotarse, desganarse, para volver al papel, para saborearlo. No me rindo jamás, escrivivir hasta las lágrimas, los gritos, los silencios. Escrivivir hasta el amor, hasta la indecencia, hasta que ella llame, hasta que ella ame, hasta siempre. Escrivivir es lo único, es saltar al vacío, a la fantasía, a la agonía, la melancolía, la amargura, al desamor, a la astucia, la madrugada, la caricia. Escrivivir sin ...

tras velos párpados de viejas tristezas

¿Estás ahí? te llamo desde aquí, te llamo para salir a jugar. te busco, te busco incansable con mis manos tibias, te busco, ¿Querés salir a jugar? no sé donde iremos, no sé tampoco donde estamos. ¿Estás ahí? siento una melodía allí dentro, ¿Bailamos? te invito a salir, no sé donde, no sé por qué te busco, ¿Bailamos? vi miles de amaneceres, siempre amanece, ¿Querés verlos? eNeCe

Saborear tu alma

saborear tu alma, masticando lentamente el perfume que emana tu piel que es seda y fuego. saborear tu alma, acariciando tus pupilas que se esconden tras velos párpados de viejas tristezas. saborear tu alma, cuando tu cuerpo delicado y seductor flota y danza mientras hablamos banalidades profundas. saborear tu alma, es mi delirio, mi indecencia, mi pasión más urgente, mi delito, estoy perdido en la ensoñación de querer poseer lo intangible. saborear tu alma, mientras enredo palabras vagas, mientras me eclipso en tu presencia, mientras la pasión incontrolable es torpe y lujuriosa. saborear tu alma, intentar atrapar su esencia entre mis letras desorientadas. saborear tu alma, como se degusta el tiempo libre, el vino, la locura, lo sublime, el silencio, la lluvia, la sombra del sauce, la furia del mar. saborear tu alma es contemplar la luna en el espejo inquieto del océano, es detenerse para estar siempre en movimiento. eNeCe

Tus ojos

Nosé cómo nombrar el gesto de tu mirada. Tiene la fuerza de un secreto profundo, la incógnita de un destino incierto y el desamparo del amor que se entrega. eNeCe

Viéndote

Te veo reír. Tu sonrisa es una sudestada, es la tormenta donde todo es incierto, donde callan los mares para escuchar el viento imponente. Tu sonrisa, que es caricia y desgarro, que es dulzura e infierno. Quiero quemarme en tu sonrisa y dejarme llevar por tus ojos que son el huracán que anima a volar hasta lo inmóvil. eNeCe

Sorpresa

Pasa que estoy encandilado. He visto unos ojos con fragmentos de luz de luna y ternura de infancia. No hay nada que me extravíe más que el brillo que tienen los recuerdos cargados de nostalgia. eNeCe

Espera

Tengo que decirte que el tiempo se me hace espeso, lento, tortuoso. Que espero, cuando no hay nada que esperar. Que dejo al azar mi alma como cuando inundo hojas con mi sangre azul o negra. Que quiero matar el entusiasmo que corre por mi cuerpo. Que algo me dijieron tus ojos una vez y quiero volver a escucharlos. Que decir que las palabras no alcanzan es torpe y prefiero los instantes eternos. eNeCe