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Sin receta

Primero: mirarse en el espejo, ver la cascara. Rascar lentamente, sentir como se desarma, como oscurece, como arde. Hurgar en la incertidumbre, descubrirse muerto en los trozos que caen. No huir despavorido, saberse muerto, desgarrarse lentamente, no temer. Mezclar todos los sentires. Cuando se encuentre con el mismísimo dolor, gritar si es necesario, gritar a gusto, hasta que tiemblen los bronquios. Una vez que haya sentido demasiado, no habrá alivio, la muerte no se ha ido. No temer, es el punto justo de la cocción donde parece que todo termina. Recién empezamos. El tiempo era para la preparación, ya no lo contemos, es todo lo que quedó: Tiempo. La presencia de la muerte se hará constante, más vale el tiempo. Ahora amar, amar el tiempo, vivirlo, hundirse en la vida. Saborear cada rincón, incluso masticar las semillas, lo crocante, lo que queda, lo suave, las migas. Posar la pimienta sobre la lengua, que pique, no tema a que las lágrimas humedezcan los pómulos. Nada va a saciar el ham

al poeta

En los infinitos, te encuentro universal. Me hundo en tus espejos desconcertado, errante, donde suspira la piel de un hacedor de letras. Perdido estoy en tus laberintos, tan míos, tan humanos. Vuelvo en esa cumbre metafísica donde posan los dioses, los tigres. Escucho en tu voz la luz eterna, donde puedo ver en tu oscuridad, el fondo blacoamarillo. Te veo envuelto en el bosque de papel que te rodea. A Borges 23-06-2016 eNeCe

silencimismo

Abrazar el silencio, que nazca la palabra renovada. Vivir la oscura tormenta, librar al tiempo el alma, inundarse de inmensidades en la oscura lúmina interna. Que la sombra me pertenezca sin escaparle. Leer el mensaje en la piel, mirar el horizonte. Sentir el cálido abrigo en el pecho, en el rostro, en la propia piel. Nada nos aleja de nosotros mismo más que olvidarnos del silencio. eNeCe 12-06-16

horas

Las horas son tiempo inquieto pasando frente un rostro desconcertado. Las horas son distancia, las horas son silencios, las horas son posibles palabras dichas al viento. Caen como gotas, pasan como los recuerdos chorreados de nostalgias, hundidos en el alma. Las horas son lo poco que ha quedado, son las muertes que han pasado, son los trozos del tiempo que ya no se construyen, son pasado. Las horas, la nada, lo postergado, el rostro en el vidrio empañado, las ancias, lo olvidado. eNeCe 10.06.16

resignandonos

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enrredando enecesencialismo: que cada palabra abra la garganta hasta el silencimismo.

linyera

el hombre siempre dijo más de lo que quiso decir.                             Recortando trozos, el linyera del lenguaje, rescató lo caido; lo elevó en los aires, con ellos escribió un poema. El hombre sigue diciendo, y la bisección de las palabras abren la puerta a que caiga lo que el linyera toma                como tesoros perdidos, como un rompecabezas,                                     versa en su poema la grandeza de los trozos caidos. 13/05/09 eNeCe